¿Es muy pequeño el espacio de tu Smartwatch? ¿Que tal si se amplía con el brazo?
Los Smartwatches es innegablemente la última moda, pero tiene limitantes. Una de ellas es que al usar la última tecnología de la talla de Apple, Samsung y otros, tiene una pequeña interfaz táctil determinada para completar tareas que pueden requerir un poco más de espacio.
Un equipo de investigación Future Interfaces Group, del laboratorio de investigación de la Universidad Carnegie Mellon, dio a conocer hoy una nueva mirada a una posible solución a este problema para convertir la piel en un espacio adicional para la pantalla.
¿COMO FUNCIONA?
El sistema funciona mediante el uso de un anillo de emisores de señal que se usa en el dedo de la mano opuesta (no en la del reloj) y una banda de detección unido al SmartWatch. Cuando el dedo en el anillo de la mano toca la piel, envía una señal de alta frecuencia que se extiende por el ancho (y longitud) de su brazo. A partir de ahí, el sensor simplemente calcula las distancias entre sí y el dedo con el anillo.
¿QUE HACE?
También es capaz de dar un seguimiento continuo, lo que proporciona la capacidad de agregar el control basado en gestos, así como la capacidad de firmar su nombre en algun documento, o incluso crear comandos de teclas.
Trazar una “E” en la piel, por ejemplo, podría abrir la bandeja de entrada de correo electrónico.
Además, quita esa barrera de ‘poco espacio‘ de la pantalla táctil de su reloj para controlar aplicaciones. SkinTrack le permite arrastrar aplicaciones fuera del reloj y acceder desde el brazo, creando así una especie de ‘accesos directos del menú’ arriba y abajo del brazo.
Toque un punto específico, por ejemplo la curva del codo, y se le abre la aplicación que ha colocado previamente allí.
Lamentablemente, no hay planes para colocar este tecnología a disposición de los consumidores o de los fabricantes en el corto plazo, pero dado el gran énfasis de los wearables, esto podría estimular nuevas ideas por los fabricantes de relojes para mejorar aún más la forma en que interactuamos con nuestros dispositivos inteligentes.
La ciencia ficción se está volviendo realidad… ¿no crees?