España tiene un 76% de posibilidades de ganar el próximo partido contra Suiza. Pero será eliminada por Portugal en la siguiente fase. No se trata de un pronosticador deportivo, sino de la inteligencia artificial de Microsoft. Para predecir el resultado de un partido, algunas personas confían en las predicciones de un pulpo u otro animal clarividente. Otros pueden preferir confiar en herramientas más racionales, como los programas de análisis predictivo. Estos sistemas se basan en una gran cantidad de información pasada para proponer un escenario plausible.
Una Precisión a veces Desconcertante…
En el mundo del deporte de alto nivel y de las apuestas deportivas, la tecnología se ha convertido en una herramienta indispensable para analizar los resultados deportivos y hacer pronósticos. Tanto las instituciones como los clubes lo utilizan para identificar los puntos fuertes, los puntos débiles y el potencial de un deportista. Las casas de apuestas, como las listadas en https://lallamaqueapuesta.com/apuestas-deportivas/, en cambio, lo utilizan para determinar las probabilidades. La evaluación de un evento deportivo se hace con precisión. Además de las estadísticas, se tienen en cuenta otros factores que influyen en el estado de forma de los equipos, como la fatiga debida a la acumulación de partidos, los entrenamientos y los viajes.
¿Qué Datos se Tienen en Cuenta?
La materia prima para estas predicciones son los datos de rendimiento deportivo, tanto de equipos como de jugadores. Número de goles marcados, índice de posesión, posición en la clasificación… También se pueden tener en cuenta muchos datos no deportivos, como el clima, la calidad del terreno de juego, la hora del partido o si el partido es en casa o no. La herramienta de aprendizaje automático desarrollada por Microsoft utiliza la “sabiduría de las multitudes“: integra las opiniones de los aficionados y las expresadas por los internautas en las redes sociales y a través de las consultas en Bing, el motor de búsqueda de Microsoft.
¿Qué Fiabilidad Tiene?
Durante el Mundial de 2014, la inteligencia artificial de Microsoft predijo los resultados de 16 partidos: solo una predicción resultó errónea. Sin embargo, el porcentaje de errores es mayor al principio de la competición. Los datos se van afinando a medida que avanzan los partidos y garantizan una mayor relevancia a medida que se acerca la final.
De una tecnología a otra, y en función de los datos analizados, las predicciones pueden variar completamente. Al principio del evento, la empresa británica Gracenote predijo que Francia ganaría la final con una probabilidad del 62%. El banco Goldman Sachs también creía en una victoria francesa, mientras que Bing daba la copa a Alemania.
Estas herramientas de predicción son tanto más falibles cuanto que no tienen en cuenta un elemento crucial del deporte: el azar. Es imposible saber que un jugador se lesionará, que el viento hará volar el balón unos centímetros o que el terreno de juego está en muy mal estado. El equipo anunciado como el mejor puede no ganar, porque cada partido se juega con variables indeterminadas.
Por otro lado, hay algunas estadísticas que no engañan, o lo hacen raramente. En el fútbol, cuando un delantero no marca durante varios partidos, la probabilidad de marcar en el siguiente es mayor. Lo mismo ocurre con las prórrogas en deportes como el hockey o el baloncesto. El suspenso es esencial para el espectáculo. Proporciona emociones a los aficionados y espectadores, que volverán a ver un partido deportivo si les impresionó el que vieron. Forma parte del juego, pero también de las matemáticas.
¿Podemos Predecir los Resultados en otros Deportes?
Todos los deportes pueden predecirse, pero los deportes de equipo y populares parecen haber sido siempre los preferidos por los estadísticos. Por ejemplo, Bing realizó sus predicciones durante el último Abierto de Francia, con una tasa de eficacia de alrededor del 75%. En Estados Unidos, donde el enfoque estadístico del deporte está más desarrollado, el análisis predictivo se utiliza principalmente en el baloncesto y el fútbol.
En el béisbol, una disciplina, la sabermetría, muy utilizada desde hace casi 50 años, consiste en analizar un partido mediante un enfoque estadístico. La película El juego de la fortuna, basada en una historia real, muestra de lo que es capaz. El entrenador de un equipo de béisbol, interpretado por Brad Pitt, consigue ganar el partido contratando a un economista cuyas teorías estadísticas le ayudaron a reclutar a los mejores jugadores. Esta estrategia también fue empleada por la dirección del Manchester City tras su adquisición en 2008.
En lugar de comprar jugadores a precio de saldo, reunieron un equipo de estadísticos y matemáticos para determinar las mejores estrategias para ganar. ¿El resultado? En 2012, ganaron su primer título nacional tras 44 años de sequía
¿Y en otros Ámbitos?
Eurovisión, los Oscar, las elecciones presidenciales, las cotizaciones bursátiles… El análisis predictivo puede aplicarse en varios campos y es noticia en los principales eventos internacionales. Por ejemplo, en 2010, Yahoo! afirmó ser capaz de predecir el éxito de una película basándose en el número de solicitudes de la misma en su motor de búsqueda. Bing utilizó su tecnología para predecir, con algunos errores, los premios de la Óscar 2016, incluido el Óscar al mejor actor concedido a Leonardo Di Caprio.
En Estados Unidos, pero en el ámbito político, un estadístico ha diseñado un algoritmo capaz de predecir los resultados de las elecciones presidenciales en cada estado. En 2008, Nate Silver predijo correctamente los resultados de 49 de los 50 estados, antes de lograr una barrida limpia en las elecciones posteriores. Las predicciones se ajustan en función del número de seguidores, la cantidad de dinero recaudada, el capital de simpatía y la cobertura mediática. ¿Podría la tecnología haber predicho también el Brexit? Probablemente sí.