Los SSD modernos son dispositivos bastante confiables si se comparan con los viejos discos duros (Lee ¿Cuántos años duran los discos HDD, SSD, USB, etc.?). Sin embargo, nada es eterno, por lo que incluso los SSD tienen un número limitado de ciclos de reescritura antes de que comiencen a fallar.
Las limitaciones existen a nivel de las celdas, no del disco completo. Los discos pueden almacenar datos de diferentes maneras, utilizando celdas de un solo nivel (SLC) o celdas de varios niveles (MLC), que se dividen en celdas de tres niveles (TLC) y celdas de cuatro niveles (QLC). Entre ellas, las SLC se consideran las más duraderas, pero también son las más caras. Las QLC ofrecen más espacio de almacenamiento de datos a expensas de una menor durabilidad.
La mayoría de los SSD pueden funcionar durante mucho tiempo, y es más probable que cambies una computadora defectuosa u obsoleta que un disco falle. Como ejemplo, podemos citar uno de los mejores modelos, el Crucial T705, que admite de 1200 a 2400 TB de datos escritos (TBW) antes de que sea necesario reemplazarlo.
En cualquier caso, es mejor prevenir que lamentar. Hay métodos para reducir la cantidad de escrituras en el SSD para que dure más.
Evita las Escrituras Innecesarias en el SSD
El método más obvio para prolongar la vida útil de un SSD es reducir la frecuencia con la que se escriben datos en él. Cuanto más a menudo copies o muevas algo al disco, menos tiempo funcionará.
En las especificaciones del SSD hay un indicador llamado TBW, que indica cuántos ciclos de escritura puede soportar el disco antes de que deje de funcionar correctamente. Algunos modelos tienen un indicador bastante bajo, de 300 TBW, mientras que los modelos más caros pueden superar los 1000 TBW.
Desactiva la Hibernación en Windows
Uno de los métodos para reducir la frecuencia de escritura en el SSD es desactivar la hibernación en Windows. Cuando se entra en modo de hibernación, el contenido de la memoria RAM se guarda en el SSD para que la computadora pueda volver a funcionar lo más rápido posible al salir de la hibernación.
Es conveniente y ahorra energía, pero el disco graba una gran cantidad de datos. Si pones la computadora en modo de hibernación varias veces al día, el disco se averiará más rápido.
Gestiona la Memoria Virtual
Los sistemas operativos también pueden utilizar parte del disco como memoria virtual. Si no tienes suficiente RAM, el sistema puede utilizarla como memoria virtual para mantener el rendimiento de la computadora. Si alguna vez has intentado limpiar espacio en disco y has encontrado un archivo grande llamado pagefile.sys, esa es la memoria virtual.
En Windows, la memoria virtual se puede gestionar en la configuración. De forma predeterminada, se asigna espacio en disco o en varios discos, según las necesidades del sistema. Puedes indicar manualmente en qué disco se almacena la memoria virtual y su tamaño. Para no utilizar la memoria virtual, debes aumentar la cantidad de RAM. O puedes elegir otro disco de la computadora, si lo tienes.
La configuración de la memoria virtual en Windows 11 va más allá del alcance de este artículo, pero es un proceso sencillo.
Utiliza otro Disco para las Aplicaciones que hacen Muchas Escrituras
Si trabajas con frecuencia con fotos y vídeos, es necesario guardar los datos en el disco regularmente. Durante el montaje de vídeos, se pueden crear cuadros proxy para aumentar el rendimiento y cuadros preliminares para mostrar los cambios sin perder cuadros. En todos estos casos, los datos se graban en el disco en grandes cantidades.
En programas como Adobe Premiere Pro, el usuario tiene la opción de elegir dónde almacenar estos datos. Al empezar a trabajar en un proyecto, se puede indicar un disco temporal.
Si necesitas guardar los datos manualmente con frecuencia, asegúrate de utilizar un disco con alta durabilidad o un modelo barato al que puedas prescindir.
Vigila la Temperatura
Algunos SSD modernos de alto rendimiento funcionan con disipadores de calor. En este caso, no es una decoración para atraer a los jugadores. El SSD contiene chips NAND flash, un controlador y, a veces, una caché DRAM. Para que el disco funcione de forma óptima, debe estar dentro de un rango de temperaturas determinado.
Los SSD modernos con interfaz PCIe 5.0 necesitan más disipadores de calor porque pueden llegar a apagarse si se sobrecalientan. En este caso, no se estropearán, pero los datos que no se hayan guardado se perderán.
Para que todos los componentes de la computadora funcionen como se diseñaron, es necesario refrigerarlos. Los viejos discos duros o los SSD no necesitan disipadores de calor. Muchas placas base ya se entregan con disipadores de calor, por lo que hay que asegurarse de que estén instalados correctamente. Es necesario comprobar las almohadillas térmicas que entran en contacto con el SSD y el disipador de calor.
No te Preocupes por la Lectura de Datos
Al usuario medio de un ordenador personal o un jugador no tiene por qué preocuparse demasiado por la seguridad de los componentes. La mayoría de las interacciones con el SSD, como la carga de juegos, aplicaciones, la visualización de vídeos, se refieren a la lectura de datos. La lectura apenas afecta a la durabilidad del disco.
La mayoría de los usuarios tendrán un SSD durante muchos años sin problemas. Por ejemplo, mi primer SSD se compró hace más de 10 años y todavía funciona como debería.
Aprovecha las Funciones del Sistema Operativo
Windows también te puede echar una mano con la función llamada TRIM para la gestión de discos. Esta función ayuda a que tu computadora funcione de manera más eficiente, informando al disco qué datos ya no se utilizan y pueden eliminarse. Esto ahorra tiempo al sobrescribir una parte del disco y asegura un desgaste uniforme. La carga en las celdas de memoria se distribuye uniformemente en todo el disco, lo que también aumenta su durabilidad.
Los sistemas operativos modernos administran TRIM por sí solos, sin necesidad de ninguna acción por parte del usuario. En cualquier caso, los SSD son la mejor opción para las computadoras personales, ofreciendo la máxima velocidad y silencio.
